Opinión

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Las Reglas del Juego

Por: Marlena Murillo Segura, Vicepresidenta Consejo Especialidad Civil, Vicepresidenta Red de Mujeres Ingenier@s, Colegio de Ingenieros de Chile A.G., Directora (s) Instituto de la Construcción

Para cualquier juego, siempre se requiere leer las “instrucciones”,  sobre todo para un juego nuevo.

Esas indicaciones y directrices que van en las instrucciones, cuanto más claras son, se hace más simple el aprendizaje y el conocimiento.

El buen uso de las instrucciones permite jugar correctamente, sin temor a equivocarse ni cometer errores. El juego es limpio porque está todo claramente definido y establecido.

En la medida que se juega varias veces, las instrucciones se van asimilando más, y tras varias partidas, ya se empiezan a aprender las indicaciones, siempre teniendo de apoyo el documento para un posible recordatorio.

Las normas técnicas son esas instrucciones. Hay del orden de cincuenta áreas temáticas que se abordan en Chile, y se pueden constatar en el Instituto Nacional de Normalización.

Relacionado solamente con el área de construcción, el conocer la especificación de la materia prima, el cómo se fabrican los productos, como se acopian, cuál es su control de calidad, etc. Tener una guía para diseñar las estructuras con dichos materiales, conocer las solicitaciones asociadas, varias de ellas extremas.  Y aún más, considerar la serviciabilidad de las estructuras: acondicionarlas en el ámbito acústico, térmico, sostenible. E incluso, rehabilitarlas.

Todo lo que conlleva finalmente, a tener un resultado de excelencia, una obra bien realizada, es seguir correctamente las instrucciones que van dando las Normas Chilenas y los manuales técnicos.

Los jugadores, en este caso, no son solamente los profesionales que realizan el diseño estructural y la construcción, ni los mandantes. Sino también, las industrias, los institutos de materiales, la academia, las asociaciones gremiales, algunos ministerios, como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Medio Ambiente.

Así pues, entidades como el Instituto de la Construcción y su Consejo de Normalización de la Construcción, que conecta a varios de esos jugadores del ámbito público y privado, gestiona la creación de nuevas instrucciones, y actualizaciones de ellas. Lo que promueve, sin lugar a duda, el juego limpio.


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