Por: Ricardo Carvajal, Director IC y Jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (DITEC) del Minvu.
“La fortuna favorece a los audaces” es un proverbio latino que se usa para evidenciar que los que actúan, a diferencia de los que dudan o vacilan, cumplen su objetivo. Algo similar ocurre con el Plan de Emergencia Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la meta de 260 mil viviendas en cuatro años sin duda es audaz, por lo que las medidas para cumplir ese compromiso deben ser igual de audaces.
El anuncio realizado durante el mes de agosto en la Región del Biobío por el ministro Carlos Montes refleja fielmente este principio. Por primera en la historia, el Minvu adquirirá un edificio ya construido para dar soluciones habitacionales. Y no sólo eso, éste corresponde a la primera compra de un edificio industrializado, además de ser el primer construido en madera y en mediana altura.
Esta iniciativa es gracias a una resolución del Minvu publicada en el Diario Oficial el 14 de julio de este año, la que textualmente permite “la adquisición de viviendas para destinar al arriendo a familias que cumplan con los requisitos del programa de subsidio de arriendo de vivienda”.
Esto demuestra que la resolución no fue letra muerta o algo inaplicable, sino que con hechos concretos muestra que las iniciativas y herramientas nuevas que está implementando el Minvu son para ser utilizadas y para ayudar con el cumplimiento del Plan de Emergencia Habitacional.
El anuncio de la compra de un edificio construido por un privado para dar soluciones habitacionales es un cambio en el paradigma al que estábamos acostumbrados. Es decir, cuando se asignaba un subsidio contra un proyecto aprobado, para luego iniciar la construcción y después de varios meses o incluso años, se pudiera entregar la vivienda para su uso.
Algunos pueden criticar que el edificio que se compra sea solo para arriendo, pero eso es lo que la normativa actual, con nuestra Constitución vigente, permite para la compra de un edificio por parte del Minvu. Sin duda son temas que se pueden perfeccionar, pero este primer salto a la piscina es lo que se necesita para avanzar.
Otro ejemplo es el de la agenda de industrialización. Una alternativa pudo ser armar una política de industrialización, analizando la experiencia internacional, contratando estudios para ver la mejor aplicación o haciendo concurso de ideas para este tipo de vivienda, pero se optó por la acción concreta. En este caso, llamamos a un concurso para construir edificios industrializados según nuestros programas nuevos y vigentes en la Región Metropolitana, desarrollando además con industrializadoras diseños desde cero para llegar a precio con todas las especialidades en viviendas tipo del Minvu.
Esto va en la línea de lo que ha señalado el Presidente Gabriel Boric, ya tenemos bastantes diagnósticos, es hora de actuar.