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¿Cómo mejoramos el diseño de nuestras ciudades?

Noviembre 6, 2020

El urbanismo es una tarea común, transversal e interdisciplinaria, que comprende tanto al Estado como a los profesionales a cargo del diseño y construcción, y a los organismos público – privados.

El 55,4% de la población mundial actual reside en zonas urbanas, según el Demographia World Urban Areas. En Chile, más del 87% de la población vive en ciudades, siendo uno de los países más urbanizados de América, según ONU Habitat.

Esta alta cifra se debe principalmente a la urbanización, sin embargo aún existen problemas como la desigualdad urbana, la accesibilidad, la segregación social, entre otros.

Carlos Alberto Urzúa, arquitecto y director del Instituto de la Construcción, señala que en nuestra región, posterior a la destrucción del patrimonio urbano ancestral, se impone una forma de hacer ciudad a través de las Leyes de Indias que fueron normativas para el trazado y conformación urbana, y que rigieron la construcción de las nuevas ciudades del imperio colonial americano.

“Este nacimiento urbano se va diferenciando y evolucionando en la medida de su crecimiento, ubicación, carácter político, social y económico; y en este desarrollo influyen decisivamente las normativas, herramientas que deben ser armas de regulación urbana, pero también de crecimiento y bienestar”.

En este sentido, el urbanismo es una tarea común, transversal e interdisciplinaria, ya que comprende tanto al Estado como a los profesionales a cargo del diseño y construcción -arquitectos, urbanistas, constructores, ingenieros, etc.- y a los organismos público – privados.

“En esa enorme tarea, la contribución de los arquitectos ha sido siempre una labor básica de su profesión y no se comprende sin su presencia. Sin embargo, no existe una tarea exclusiva sino que todo debe hacerse en conjunto con las personas y con otros profesionales afines. La integración entre la arquitectura, naturaleza, movilidad, vida al aire libre, protección y belleza del entorno natural son los pilares que sostienen a pueblos, ciudades y metrópolis”, añade Carlos Alberto Urzúa.

El desafío para lograr mayor accesibilidad

Entendiendo el urbanismo como la planificación y ordenación de las ciudades, es fundamental que existan planes de accesibilidad a nivel comunal para las ciudades a objeto que todas las intervenciones que se efectúen, especialmente en el espacio público, sean accesibles.

“Los arquitectos, en la medida que entendemos el derecho a usar la ciudad por todas las personas -niños, adultos mayores, madres en etapa de gestación, padres con coches, personas con discapacidades, ya sea temporal o permanente- podemos proyectar tanto los espacios públicos como los edificios de manera que acojan las necesidades de  todas las personas con seguridad y que posibiliten su uso en forma autónoma”, señala Cecilia Leiva, presidenta del Comité de Coordinación Accesibilidad Universal del Colegio de Arquitectos.

Aquí, adquiere especial relevancia el concepto de “Cadena de accesibilidad” en la cual, si un eslabón se interrumpe, no cumple su función de cadena. Basta que una persona que transite por la calle, no pueda acceder al servicio de la movilización colectiva, para que esta cadena se interrumpa.

“El desafío es ponernos en el lugar de personas con discapacidad, es necesario considerar la diversidad de personas, las que usan silla de ruedas, personas de baja visión o ciegas con perros guías, personas sordas, personas mayores que sin tener discapacidades en algunos casos tienen disminución de la movilidad, visión y audición, personas de baja estatura como niños, entre otros”, agrega Cecilia Leiva.

En este sentido, agrega que es importante considerar que la normativa existente no es una “camisa de fuerza” que impide proyectar libremente a los arquitectos o implica mayores costos a los inversionistas que financian nuevas construcciones, o a los municipios en la adaptación de sus espacios públicos y crear mecanismos de fiscalización para el cumplimiento de estas nuevas exigencias.

“Es una oportunidad para construir ciudades más humanas que posibiliten convivir a todas las personas en igualdad de oportunidades, derechos y obligaciones, brindando seguridad. La industria tiene un papel preponderante en el diseño de productos, bienes y servicios diseñados desde su inicio conforme al concepto de Accesibilidad Universal, siendo fundamental la inclusión de nuevas tecnologías que faciliten al consumidor su uso masivo, desde artefactos sanitarios adecuados baños accesibles hasta aplicaciones de teléfonos que avisan a las personas sordas cuando suena el timbre, les permiten incorporarse a conversaciones y realizar múltiples actividades cotidianas”.

“El rol de la industria de la construcción es inherente a la vida de un país y la búsqueda de la calidad de vida de sus habitantes, por lo tanto, el desafío es maximizar los recursos, agilizando su acción con la disminución de trabas burocráticas y saltando vallas que no siempre son muy altas. No se debe perder el objetivo de búsqueda de la calidad de vida de las personas y de la alegría de vivir en un espacio debidamente diseñado, construido y mantenido”, señala Carlos Alberto Urzúa.

Finalmente, Cecilia Leiva indica que “necesitamos hacer nuestro este cambio de paradigma que nos permite a cada uno de nosotros, contribuir a la inclusión, considerando y poniendo en práctica las palabras de António Guterres. Secretario General ONU: “Trabajar por un mundo más inclusivo, equitativo y sostenible para todos, en el que los derechos de las personas con discapacidad se hagan plenamente efectivos”.


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