Diciembre 22, 2022
Trimestralmente el Instituto Chileno del Acero, ICHA, publica un informe sobre consumo aparente de acero en Chile. Esta cifra se construye considerando la cantidad total de productos de acero laminado que resultan de la producción local, más las importaciones y descontando las exportaciones del país.
“En los 3 primeros trimestre de 2022, se registró un consumo aparente de 1.825.000 toneladas, que es casi equivalente al volumen del año 2020 en el mismo período (1.829.000 toneladas), pero con un contexto económico y político muy distinto”, señaló Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del ICHA.
La caída del consumo aparente del período enero-septiembre de 2022 fue de -23,4% respecto del mismo período del año anterior.
Por familias de productos, se debe destacar el comportamiento de los aceros largos, entre ellos están las barras de refuerzo y los perfiles, productos indispensables para la construcción civil y la industria metalmecánica.
Entre enero y septiembre de este año, el consumo aparente de productos largos alcanzó un volumen de 861 mil toneladas. Esta es la menor cifra observado en el quinquenio 2018 – 2022, y refleja una caída del -24% respecto de 2021.
La mayor caída la sufrió el consumo aparente de aceros planos, específicamente las planchas gruesas, que disminuyó en un -65,9%, alcanzando a 160 mil toneladas, lo que se traduce en 308 mil toneladas menos de consumo aparente en comparación al mismo período de 2021. Este es un producto relevante, pues es utilizado mayoritariamente en inversión industrial, minera y obras civiles.
Proyecciones
Para este año, Juan Carlos Gutiérrez, señaló que se proyecta terminar con un consumo aparente de acero en el rango esperado, es decir con una contracción del 26,3%, alcanzando a 2.421.000 toneladas. “Esto podría posicionarla como la segunda mayor contracción de los últimos 27 años, provocada por la actual recesión económica que enfrenta el país, solo detrás de la recesión del año 2009”, indicó el ejecutivo.
Para 2023, el ICHA proyecta una recuperación leve en el consumo aparente de acero, que podría fluctuar alrededor del +0,8%, alcanzando a 2.442.000 toneladas. Sin embargo, Gutiérrez manifestó que esto estará impactado por los niveles de inversión en construcción que se presenten durante 2023, además de otros factores, como la crisis económica mundial y el desarrollo de la guerra en Ucrania.