Abril 7, 2022
La NCh352/1 busca establecer los requisitos acústicos para los diferentes elementos que componen la edificación, incluyendo algunos que no están cubiertos en la reglamentación vigente.
La pandemia y el confinamiento provocó que muchas personas se vieran afectadas por la interferencia y molestia generada por las actividades que ocurrían en las propiedades colindantes a las suyas. De hecho, la cantidad de reclamos y consultas respecto de mejoramiento acústico de las viviendas aumentó significativamente durante ese período.
Si bien, Chile cuenta con normativas relativas a ensayes y a modelaciones, es fundamental contar con valores de referencia y formas de evaluar el comportamiento de las edificaciones.
Por este motivo, durante el 2021, en el Instituto de la Construcción (IC) se conformó el Comité Anteproyecto de Norma NCh352/1 Aislación Acústica – Parte 1: Construcciones de uso habitacional – Requisitos mínimos y ensayos.
Luis Carrasco, Jefe Área Técnica y Acústica de Volcán y presidente del comité, señala que es necesario contar con líneas de referencia de los parámetros a considerar en un correcto diseño acústico y durante la ejecución de las obras, “y esta norma busca establecer los requisitos acústicos mínimos para los diferentes elementos que componen la edificación, incluyendo algunos que no están cubiertos en la reglamentación vigente”.
Por su parte, Xavier Irazoqui, Ingeniero del Departamento de Tecnologías de la Construcción, DITEC, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y también vicepresidente del comité, agrega que es muy importante contar con aspectos mínimos de habitabilidad en donde la aislación acústica juega un rol crucial en favorecer tanto el descanso como la privacidad.
“Si bien en Chile la industria ya ha adoptado la reglamentación acústica para viviendas que se encuentra vigente desde 2006, es importante poder trazar mediante una norma los pasos a seguir para expandir la normativa vigente, abarcando nuevos aspectos y complementando los actuales. Es también relevante poder contar no solo con una norma que contemple requisitos mínimos, sino también con algunas recomendaciones y consideraciones de diseño que ayudan a lograr un buen comportamiento acústico integral”.
Los beneficiarios de esta norma serán los profesionales de la construcción que se dediquen al diseño de proyectos de viviendas, a la inspección técnica de obras, revisores independientes y consultores especialistas en el área, ya que contarán con un marco de referencia para el diseño y la verificación de requisitos acústicos.
A su vez, se verán beneficiados los usuarios finales, al adquirir viviendas que cuenten con un estándar acústico más robusto.
Trabajo y desafíos del comité
Los principales desafíos que tuvo el comité para avanzar en la elaboración de este anteproyecto de norma, fueron actualizar descriptores y normativas respecto de la versión anterior del año 2000, así como también poder integrar la realidad actual de las edificaciones de vivienda.
“También tuvimos que realizar una evaluación eficiente, pero a la vez viable, desde el punto de vista técnico y económico. Esto implica revisar la factibilidad de cumplir con los requisitos planteados y de la forma de validarlos. Esto afortunadamente al poder contar con una mesa compuesta con profesionales de amplia experiencia y de diversas áreas de trabajo de la especialidad, se pudo realizar de manera óptima y con una visión integral del alcance de cada uno de los temas cubiertos en esta norma”, señala Luis Carrasco.
Xavier Irazoqui, agrega que otro desafío fue “definir requerimientos mínimos para la aislación acústica de fachadas, el ruido producido por las instalaciones que sirven a las viviendas y detallar algunos requerimientos de aislación acústica entre viviendas, muchos de los cuales son aspectos que muchos ya incorporan en sus proyectos de forma voluntaria en cierto grado, pero para los cuales no existía un elemento verificador específico”.
Cabe indicar que la mesa de trabajo de este anteproyecto de norma ya entregó el borrador final al mandante que es el MINVU, quien continuará el proceso a través del Instituto Nacional de Normalización, para su revisión mediante una nueva mesa de trabajo.
Finalmente, respecto a la importancia de que el Instituto de la Construcción lleve a cabo este trabajo, Luis Carrasco señala que “nos provee de un espacio donde profesionales pueden compartir y aportar en el desarrollo de este tipo de documentos, con un apoyo, coordinación y soporte permanente y del mejor nivel, lo cual facilita y hace más grata la labor de todos los participantes.
“El IC se vuelve un ente articulador entre las distintas partes interesadas de la industria, con lo que es posible exponer los diferentes puntos de vista y buscar acuerdos”, añade Xavier Irazoqui.