Agosto 18, 2021
El Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción tiene su génesis el año 2018 a partir de una mesa público-privada liderada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).
Sin embargo, los esfuerzos para visibilizar la importancia de la huella ambiental de materiales y productos de construcción comienzan el 2014 con el convenio de colaboración suscrito entre el Minvu y el Instituto de la Construcción en (IC), marco en el cual se crea el comité técnico “Etiquetado ciclo de vida para productos de construcción” donde participaron 14 instituciones que sesionaron el 2015 y 2016 para en un esfuerzo público-privado y que tiene como resultado la publicación del “Manual para la Implementación de Declaraciones Ambientales de Productos de Construcción” cuya última edición es del año 2018.
La importancia de este documento radica en que está dirigido a proveedores, fabricantes, arquitectos, constructores y desarrolladores con el fin de entregar información en un formato simple para educarlos y guiarlos en la importancia de considerar la cuantificación y transparencia de los impactos ambientales asociados al ciclo de vida completo de productos y edificaciones.
El año 2019 de consolida el Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción, integrando por actores relevantes del sector, tanto público como privados, academia y organizaciones sin fines de lucro, que propuso y consensuó 3 líneas de trabajo con sus respectivos objetivos específicos: Levantamiento de base de datos de Huella para el ciclo completo de la edificación, definiendo sistemas constructivos y tipologías de edificios a evaluar; metodología de monitoreo reporte y verificación de Huella de Carbono para el ciclo completo de la edificación; y Calculadora de Huella de carbono para estimar impactos desde la etapa de diseño.
María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile Green Building Council (Chile GBC) y vicepresidenta de este comité, señala que el 2020 fue bastante fructífero ya que no solo se sumaron más actores de distintos sectores, sino que también se definieron los primeros entregables necesarios para retroalimentar los lineamientos mencionados anteriormente y también para elaborar lo que será la Hoja de Ruta que determinará las futuras responsabilidades y acciones de quienes integran el comité.
“También se desarrolló el estudio “Estado del arte nacional e internacional de alternativas metodológicas para levantamiento de datos, monitoreo, reporte y verificación y calculadoras de Huella de Carbono”, del que resultó el documento “Resumen para tomadores de decisiones” que es un resumen ejecutivo de los 3 informes técnicos y está disponible para ser visto y descargado desde los sitios web del IC y Chile GBC”.
Adicionalmente, se definió el objetivo general, objetivos específicos, alcance y Hoja de Ruta de los próximos tres años para este comité, donde aparece como primera necesidad el desarrollo e implementación de una estrategia a largo plazo para la gestión de la Huella de Carbono del sector.
“Otro de los hitos relevantes del 2020, es que cada integrante del comité debió presentar un documento con compromisos los cuáles, dependiendo del rubro o área de trabajo y de las capacidades instaladas de las distintas partes interesadas, deben generar valor en términos de: difusión, capacitación, oportunidades para incentivos financieros y normativos, alianzas internacionales, trabajo intersectorial. Estos compromisos deben no solo ser actualizados periódicamente, sino que además se les hará seguimiento para incentivar la continuidad en las acciones e iniciativas de los participantes”, agrega María Fernanda Aguirre.
Asimismo, comenta que contar con un comité diverso, ha hecho mucho más productivo el trabajo de esta mesa, permitiendo levantar brechas transversales a la industria, pero también identificar fortalezas y oportunidades.
“Una de las misiones principales del comité para el 2021, es avanzar durante el primer semestre en la elaboración de la “Estrategia Nacional de Huella de Carbono en Construcción” la cual deberá estar alineada con iniciativas y políticas públicas y relacionarse con programas globales como es el Advancing Net Zero del World Green Building Council. Esta estrategia deberá, además, determinar misión, visión y objetivos, y construir una matriz de ejes y acciones que determinen las metas a corto, mediano y largo plazo con el objetivo de pasar a un plan de acción que involucre a los distintos actores de toda la cadena de valor de la construcción”, señala la videpresidenta del comité.
En definitiva, se busca que estas metas sean ambiciosas de forma de impulsar una transformación más acelerada. Adicionalmente, se continuará haciendo seguimiento a los compromisos de los participantes del comité para que asuman una posición de liderazgo en sus áreas especificas de trabajo para lograr un ambiente construido resiliente, carbono neutral al 2050 y desde luego alineado con los objetivos de desarrollo sostenible.
“El Instituto de la Construcción es un actor relevante en términos de articulación público-privada y con largos años de experiencia en la coordinación de esfuerzos multisectoriales e interdisciplinarios. Además, tiene acuerdos de colaboración con otras organizaciones claves para que el esfuerzo de llevar a cabo un comité con objetivos tan ambiciosos y de tanta relevancia para los compromisos que ha asumido Chile en los últimos años”, comenta Maria Fernanda Aguirre.
Finalmente, señala que uno de los desafíos más importantes que tiene este comité es el de integrar y estimular la colaboración entre múltiples partes lo que necesariamente debe ser liderado por una organización con experiencia en coordinación de esfuerzos y que además entregue las garantías que convocará a quienes tengan mayor injerencia y sean líderes en el tema a tratar.
“Estos años de trabajo, han sido bastante productivos y ya podemos esperar un crecimiento importante en materia de medición y gestión de huella de carbono en productos y edificaciones en el sector público y privado”, concluye.