Junio 23, 2021
Proyecto incluye un diagnóstico que permitirá evaluar su impacto para generar una propuesta de política pública.
Con el objetivo de formular una propuesta de política pública que fomente adecuadamente la incorporación de materiales y sistemas constructivos con atributos circulares en el sector de la construcción, el equipo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, conformado por Felipe Ossio, Renato D’Alençon, Anamaría de León, Roger Saintard y Camila Ramos y con el apoyo del Centro de Políticas Públicas UC, se encuentra realizando el proyecto “Políticas para la implementación de una Estrategia Circular en la Construcción”.
El proyecto, actualmente en desarrollo, incluye un diagnóstico de la situación actual en torno al uso de materiales y sistemas constructivos con atributos circulares en la industria que, en conjunto a un análisis de la experiencia internacional, permitirá evaluar la pertinencia e impacto de los diferentes mecanismos de fomento de estos materiales y sistemas constructivos para, finalmente, generar una propuesta de política pública.
ContextoEl sector construcción en Chile se basa en una economía lineal, en la que se extrae, fabrica y construye, y luego se desecha, generando 7,1 millones de toneladas de residuos con sus respectivos impactos sociales, ambientales y económicos.
Por lo tanto, la construcción, junto a plásticos, moda, alimentación y movilidad es uno de los cinco sectores clave que permitirían una transición efectiva hacia la economía circular.
En este escenario, Chile ya trabaja en una Hoja de Ruta RCD Economía Circular al 2035, con el objetivo de abordar desde el Estado, la reducción de extracción de materias primas y generación de residuos de la construcción y demolición (RCD), cuya meta es que al menos el 15% de los materiales y sistemas constructivos cuenten con certificación de atributos circulares y que al menos el 30% del volumen de los RCD se valoricen, ya sea mediante la reutilización o el reciclaje para la fabricación de nuevos productos.
A esto se suma la Estrategia de Economía Circular en Construcción, liderada por el Instituto de la Construcción (IC), la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Construye2025, junto con la facilitación técnica de la Corporación de Desarrollo Tecnológico, CDT, para establecer la cultura de construcción circular, viéndola como un desafío y una oportunidad que permita el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria.
“Estos lineamientos públicos e iniciativas privadas, sin embargo, están aún en una etapa de acuerdos estratégicos intersectoriales con alcances más bien generales, y no tienen un correlato a nivel de regulaciones o incentivos capaces de promover de manera efectiva la introducción de innovaciones concretas en los procesos productivos, estándares de desempeño o materiales empleados en la industria de la construcción”, señala Felipe Ossio.
Y agrega que “por otro lado, el marco legal y regulatorio en el ámbito específico de la construcción es atomizado y generalmente no considera la reincorporación de los residuos de la construcción a los procesos productivos. La normativa vigente hace referencia a los Residuos Sólidos Peligrosos y No Peligrosos y en los últimos años se han generado estándares como la NCh3562 “Manejo de Residuos de Construcción y Demolición: Clasificación y Lineamientos”, y proyectos de regulación muy específicos”.
En una industria tan dinámica y sensible a las señales del mercado como a las condiciones de regulación que la afectan, la consideración temprana de medidas que consideren incentivos y/o regulaciones parece esencial en la implementación efectiva de los lineamientos desarrollados recientemente y los que aún se estudian en el sector.
“Alcanzar determinadas metas de economía circular implica un problema económico, dado que la inclusión de materiales y productos con criterios circulares en la práctica no se da naturalmente, ya sea por sus características técnicas, barreras regulatorias, actitudes y percepciones de los actores involucrados, entre otros. Fomentar la sustitución de producción primaria por una secundaría puede seguir diferentes estrategias, desde exigencias normativas hasta incentivos económicos. Para determinar cuál de ella o combinación de ellas seguir, deben ser analizadas en el contexto nacional y el estado de desarrollo del ecosistema necesario para la economía circular”, señala Felipe Ossio.
Si bien el marco conceptual de la economía circular ha ganado espacio internacionalmente y también en Chile, la componente de circularidad (tecnológica) es la que suele predominar en la investigación sobre el tema, dejando de lado el potencial del elemento o al menos manteniendo un equilibrio claro entre ambos elementos.
“En este proyecto, nos proponemos un enfoque que busca complementar ambas dimensiones con el fin de habilitar la implementación efectiva de las estrategias de economía circular en el sector construcción en Chile, identificando y proponiendo instrumentos de política pública que las promuevan y regulen”, concluye Felipe Ossio.